Resiliencia Colectiva
Veamos una macrotendencia para nuestra supervivencia ... si es que es posible.
Holi! Perdonen que no estuve el martes pasado y este lo comienzo muy tarde. Llegué el martes pasado a CDMX, que es donde resido ahora, y al día siguiente me mudé de casa. Fue una locura. Nunca más haré algo así. Me lo prometo a mí misme.
Sumado a ello, ando estudiando una maestría, y como se sabe, estudiar y trabajar no es imposible, pero es una tarea ardua. Y como recién es mi tercera semana combinando ambas cosas, todavía me sigo adaptando.
Adaptación humana lenta.
La otra vez estuve leyendo pronósticos de macrotendencias. Solo por el hecho de que me han dotado de herramientas digitales que no pago yo (al menos no directamente) donde hay mucha info sobre ello. Y como me encanta compartir info, seguro las macrotendencias van a ser una lectura común en este newsletter. No creo que sea la principal, no se preocupen, pero seguro será una que nos dejará picando muchas instancias de curiosidad que tenemos dentro de nosotrxs.
Sobre la palabra resiliencia, creo que todxs estamos hartes de esta palabra. ¿O solo yo? Espero no estar sole en ello. Sin embargo, me pareció interesante poder investigar mucho más profundamente algo que me hace ruido. No por nada me he metido en una maestría de moda y mercadotecnia: Me fascina salirme de mi zona cómoda, a veces ya demasiado creo.
Después de presenciar de primera mano los espacios vacíos y las vulnerabilidades en nuestros sistemas económicos y sociales, buscamos reconstruir de una manera más inteligente y responsable con la resiliencia como prioridad.
Pero, qué es la resiliencia? La resiliencia o entereza es la capacidad para adaptarnos a las situaciones adversas con resultados positivos. Asimismo, la resiliencia se define como nuestra capacidad de tener éxito de modo aceptable para la sociedad a pesar de un estrés o de una adversidad que implica normalmente un grave riesgo de resultados negativos. Digamos que, básicamente, es nuestra capacidad de adaptación y de resolver problemas aunque estemos inmersos en situaciones de mi3rd4.
Según esta macrotendencia, ahora tenemos los medios para dar pequeños pasos que pueden convertirse en grandes avances con el tiempo; todo lo que se requiere es un poco de ingenio, la voluntad de romper viejos hábitos y un cambio de perspectiva que prioriza a las personas y al planeta.
Hay una resiliencia inherente en los números, y al observar los límites de nuestros recursos, nos damos cuenta de que no podemos hacer esto solxs. Miramos más allá de nuestros propios límites, construyendo fuerza colectiva al involucrarnos con comunidades, colegas, clientes y otras empresas de manera significativa. La tecnología se convierte en un socio esencial en este ecosistema, lo que permite la conexión dinámica a través de nuevas dimensiones, incluso cuando estamos más desconectados físicamente.
Al ajustar los detalles, no podemos perder de vista el panorama general:
Un enfoque único en el crecimiento económico ha tenido un costo humano y ambiental, uno que estamos pagando ahora. Para diseñar para el futuro, nos alejamos y adoptamos una visión holística que considera los impactos sistémicos y antepone nuestra salud colectiva a largo plazo a las ganancias inmediatas.
Una de los temas a tratar aquí tiene que ver con el balance entre nuestro empleo y nuestra vida cotidiana. Y los cambios en cómo vemos lo laboral dentro de nuestras decisiones de bienestar general.
McKinsey estima que el teletrabajo se convertirá en una realidad permanente para al menos una cuarta parte de la fuerza laboral en las economías avanzadas.
El metaverso y las tecnologías web espaciales facilitarán el nuevo lugar de trabajo al ofrecer una "presencia compartida" entre teletrabajadores y trabajadores de oficina y llevar la colaboración más allá de la pantalla al espacio abierto a través de objetos activados por voz, auriculares optimizados de 360° y hologramas proyectados. WOW.
Si bien estas innovaciones, así como los avances en inteligencia artificial, permitirán nuevos niveles de productividad, será más crucial que nunca considerar el elemento humano de la oficina virtual.
En lugar de traducir directamente la dinámica presencial a espacios digitales, el trabajo en este entorno híbrido requerirá su propio conjunto de reglas. Los dispositivos representan una barrera inevitable para la comunicación, y las nuevas capacitaciones revisarán y enfatizarán nuestras habilidades humanas básicas, como el lenguaje corporal, la escucha activa y la expresión emocional, para cerrar esas brechas.
Dado que los límites entre el trabajo y la vida se disuelven rápidamente, se necesitarán pasos activos para restablecer el equilibrio. Más empresas están experimentando con días de vacaciones ilimitados, y la configuración de "tiempo libre" se está volviendo estándar en todas las aplicaciones relacionadas con el trabajo.
A medida que el teletrabajo y los factores externos continúan cobrando un precio emocional, el papel de Recursos Humanos se expandirá para responder a los problemas de salud mental, recalibrando las revisiones de desempeño y abriendo nuevos canales de comunicación.
Todo bien con estas ideas, pero hay realidad muy urgentes que atender, antes de ponernos proyectistas:
La pandemia ha llevado el desempleo global a más de 200 millones, afectando de manera desproporcionada a las mujeres, lxs BIPOC (En inglés, el acrónimo significa “negro, indígena y persona de color” *black, indigenous y people of color*) y las comunidades empobrecidas.
Al mismo tiempo, muchas economías avanzadas enfrentan escasez de mano de obra en las industrias tradicionales y emergentes. Esta serie de factores confusos destaca la urgencia de crear una fuerza laboral más diversa que reduzca las barreras de entrada y active nuevas poblaciones. Cerrar la brecha cada vez mayor entre las personas y las profesiones requerirá enfoques innovadores para el reclutamiento y la capacitación, comenzando en el nivel secundario.
Los modelos de aprendizaje revividos pueden fortalecer los oficios calificados al restaurar un sentido de artesanía y prestigio en estos roles cruciales. Las iniciativas de emprendimiento van más allá al empoderar a los comerciantes, desde conductores hasta constructores, para que inicien sus propios negocios.
En la industria de la tecnología, los problemas actuales, como los algoritmos sesgados y las deficiencias de accesibilidad, resaltan las trampas de una fuerza laboral homogénea; y muchas empresas están trabajando activamente para cambiar el rumbo, brindando capacitación y vías profesionales directas para las poblaciones subrepresentadas.
Resulta que una fuerza laboral que representa una amplia gama de experiencias y antecedentes también es buena para los negocios: un estudio de 2020 realizado por McKinsey encontró que las empresas con diversidad de género eran un 25 % más rentables y las empresas con diversidad étnica un 36 % más.
¿O nos apoyamos todxs, o nos morimos todxs no?
Ya era hora de darnos cuenta un poquito de ello.
A ver qué decimos en 2030 …